Si nos referimos en concreto a la década de los 80, la consumidora trabajaba las lanas para labores básicamente para economizar, realizando sus propias prendas. Actualmente no es éste el objetivo. Realizar las propias prendas no se convierte en un ahorro, actualmente se trata simplemente de un hobby que tiene muchas seguidoras que ven en la realización de estas manualidades, una gran satisfacción personal. Prueba de que la finalidad económica ha pasado a un segundo plano es el interés que demuestran las nuevas consumidoras hacia las lanas italianas sin importarles que sean más caras.
¿Hasta que punto influyen en la demanda las revistas de moda que editan las principales hilaturas?
Evidentemente, son muy importantes. La consumidora las consulta, se apunta a una idea, y esta propuesta le sirve de argumento para iniciar la labor. La clienta que ha visto un modelo determinado en una revista exige la misma calidad de lana y las mismas agujas que allí se recomiendan porque está convencida que, de esta manera, no va a tener problemas. De hecho, cuando realizamos un pedido de lanas, antes nos cercioramos de si vienen recomendadas en las revistas porque, de hecho, éstas van a ser las más solicitadas.
La venta de estas revistas ¿equivale a un renglón importante?
No, en absoluto. Generalmente se editan en tiradas cortas porque, en definitiva, no somos tantos los establecimientos especializados en las lanas para labores. El problema radica en que, debido a estos tirajes poco importantes, cuando solicitas una reposición de revistas, te encuentras con que ya están agotadas.
¿Cuáles son las tendencias que considera tendrán más peso en la próxima temporada?
Las previsibles se centran en el